Los 3 árboles del dinero - reseña crítica

Raimon Samsó comparte sus tres ideas fundamentales para alcanzar la riqueza y construir una vida llena de bienestar. En el proceso, también revela herramientas y consejos útiles para borrar las falsas creencias que te impiden alcanzar tu máximo potencial. ¡Anímate a descubrir cuál es el origen del dinero!

El primer árbol del dinero

La abundancia proviene de ti mismo y no de los demás, ese es el primer secreto de la riqueza verdadera.

A la pregunta “¿De dónde provienen tus ingresos?” la respuesta suele ser algo como: “Lo gané en el trabajo” o “Es fruto de una venta”.

Sin embargo, esto no es verdad, ya que tú eres tu propio dinero. Las demás personas que te lo hacen llegar solo cumplen la función de mensajeros de la Fuente, el origen de la prosperidad.

Si buscas obtener dinero de terceros, interfieres con el flujo de la prosperidad. Es común poner la responsabilidad de tus necesidades en los demás, cuando en realidad:

1. Nadie puede darte lo que ya es tuyo.
2. No puedes perder lo que te pertenece.

El dinero se manifiesta en el mundo de acuerdo a lo que tú proyectas. No proviene de lo que haces, sino de quién eres.

Comprender esto es la clave para dejar de pedir o suplicar y comenzar a establecer una conexión con el centro de tu Ser.

Asimismo, las situaciones difíciles que debes afrontar están allí para que puedas recordar tu naturaleza de abundancia. Si no lo haces, abandonas tu poder de manifestar la riqueza.

En ese sentido, tú eres responsable de todo lo que sucede en tu vida, sea bueno o malo. Al aceptar tu Ser espiritual abundante, no te faltará la riqueza material.

En cambio, si te convences de que la pobreza es inevitable, niegas tu poder real y bajas tu autoestima. El resultado es que te castigas con la escasez y cometes errores como:

• Adquirir deudas malas.
• Gastar más allá de tus límites.
• Aceptar un salario por debajo de lo justo.
• Ser mezquino contigo mismo.

La baja autoestima es producto de la falta de autoconocimiento. Los seres humanos no reconocen su identidad de abundancia y caminan por el mundo mendigando.

Cómo sembrar la primera semilla

El resentimiento que sientes hacia tu situación financiera actual solo alimenta tus problemas y te impide encontrar una solución.

Es conveniente rendirse ante las dificultades económicas, pero eso no significa darte por vencido. Más bien, implica apartar tu ego y aceptar que no sabes cómo seguir adelante.

Debes conectar con tu grandeza interior y pedir que te revele un punto de vista diferente para tus problemas: dejarte guiar.

Según explica Samsó, todas las cosas negativas que parecen una casualidad en tu vida son la consecuencia de una semilla que no recuerdas haber plantado.

Al darte cuenta de ello puedes comenzar a tener más cuidado con las semillas que plantas en tu vida, elegir las más adecuadas y cosechar cambios positivos.

Por ejemplo, cuando te encuentras con el mismo tipo de personas una y otra vez, se trata de actores que representan aspectos sobre ti que debes enfrentar y superar.

Para lograrlo, es fundamental realizar una limpieza profunda en tu interior que te lleve a perdonar y aceptar a otras personas, a tus problemas y a ti mismo.

¿Por qué reaccionar no es la solución?

El miedo a encontrarte en una situación financiera difícil genera una reacción de aversión y enojo, porque sientes que no recibes lo que mereces. Entonces, la clave está en controlar tu respuesta y conectarte con la luz de la Fuente.

La próxima vez que estés ante un problema de dinero, procura contar hasta diez, respirar profundo y reflexionar para tomar una decisión. Ten confianza en que tú manejas tu vida con la suficiente luz para elegir el camino correcto.

Tu objetivo debe centrarse en transformarte como persona. Esto, inevitablemente, te conduce a la riqueza. Necesitas estar preparado para aceptar el dinero que regresa a ti.

Samsó propone como afirmación para esta semilla: “Yo soy la abundancia perfecta y también el canal para manifestarla”.

El segundo árbol del dinero

Contribuir a la prosperidad de otras personas es fundamental para garantizar tu propio bienestar. Todos a quienes ayudas actúan a tu favor.

Mejorar la vida de terceros es un negocio de gran valor, y se puede desarrollar en casi cualquier ámbito:

• Salud
• Finanzas
• Relaciones
• Desarrollo personal y profesional
• Ocio

La mejor estrategia para hacer crecer tu negocio consiste en enriquecer el servicio que ofreces, en lugar de buscar maximizar tu ganancia.

Samsó afirma: “Enfocarse en el dinero aleja el dinero. Enfocarse en resolver problemas atrae el dinero”.

Esto significa que la riqueza solo se manifiesta para las personas que disfrutan el proceso de ganar dinero, porque cuando lo persiguen de forma desesperada se vuelven egoístas.

Tienes que aprender a buscar el dinero en el lugar correcto. Esto puede reducirse a una fórmula muy simple:

Soluciones = Dinero

Las personas que tienen problemas urgentes están dispuestas a pagar por soluciones. Si te conviertes en quien ofrece la ayuda, comienzas a acumular riqueza.

En este punto, tu prosperidad depende de dar para recibir. Y no debes temer, porque no pierdes nada, solo ganas.

Por otro lado, para poner en práctica esta idea primero necesitas aprender a delegar y aprovechar la tecnología, de modo que tu negocio se apegue a la ley de escalabilidad: mientras más personas ayudas, más incrementas tus ingresos.

Es decir, debes encontrar la manera de que tus recursos y tiempo disponible no limiten la cantidad de personas a las que puedes servir.

Precisas de un modelo de trabajo donde administres de forma adecuada tu tiempo y hagas que la tecnología trabaje para ti.

En segundo lugar, tienes que comprender la importancia de una intención positiva como la verdadera causa del éxito en tu negocio.

La situación financiera del mundo no es determinante para lo que pase con tu negocio, aquello que realmente importa es el motivo detrás de cada acción.

De manera tal que, si te encuentras en un momento de dificultades económicas, es recomendable revisar y mejorar la intención que te guía en lugar de solo buscar más dinero.

Cómo sembrar la segunda semilla

Una semilla funciona como una creencia que se planta en tu mente y te lleva a tomar cierto tipo de decisiones, o actuar de cierta forma, la mayor parte del tiempo sin saber que está allí.

En tu vida se proyectan una cantidad infinita de semillas mentales que no recuerdas haber plantado. Las cosas buenas que te suceden tienen una causa aparente y una oculta; tú debes ser consciente de ello.

La semilla que necesitas plantar para que crezca el segundo árbol del dinero es la intención de ayudar. No conseguirás mejorar tu vida e incrementar tu riqueza sin la participación de muchas otras personas.

Cualquier negocio que decidas seguir puede enriquecerte o empobrecerte. Lo más importante a definir no es qué hacer, sino cómo y para qué hacerlo.

Debes preguntarte: “¿Esto tiene beneficios para las vidas de otros?” Si la respuesta es afirmativa, habrás pensado en la idea de negocio ideal, solo resta implementarla de forma correcta.

Esta parte del proceso puede parecer difícil, pero es en el momento de dificultad que puedes ver realmente de lo que eres capaz.

Intentar resolver un problema una sola vez no es suficiente. Trabajar para conseguir algo difícil es lo que realmente hará tu vida más fácil a futuro.

¿Cómo hacer escalable tu negocio?

Debes invertir tu esfuerzo y recursos en ampliar tu oferta de productos con frecuencia; por ejemplo, haciendo un nuevo lanzamiento cada año.

En cambio, si en tu negocio vendes un servicio, te hará falta aumentar el tamaño de tu equipo de trabajo. Mientras más servicios proporciones, más ingresos acumulas.

El siguiente paso es establecer una marca potente, la cual atraiga tanto a clientes como a personas que quieran trabajar contigo.

La afirmación correspondiente para esta semilla es: “Yo soy el suministro abundante de cuantos me rodean”.

El tercer árbol del dinero

La riqueza verdadera es aquella que se refleja en todos los aspectos de la vida al mismo tiempo.

A veces, las personas aceptan pagar un precio demasiado elevado para conseguir el éxito financiero, lo que las lleva a desfavorecer otras áreas de sus vidas.

Ante esto, es necesario diferenciar los tipos de riqueza. La verdadera consiste en tener todo a la vez, es decir, cuando tu dinero no genera consecuencias negativas en los demás aspectos de tu vida.

Por su parte, la riqueza falsa implica aumentar tu patrimonio a costa de daños colaterales serios. Ganas dinero por un lado, y por el otro pierdes tiempo libre, salud, relaciones con tus seres queridos y energía para hacer más cosas.

Cuando tienes una prosperidad real, tienes todo lo que quieres a la vez. Estás colmado de bendiciones y no pierdes nada.

Se trata de un gran ciclo de energía positiva que envuelve todos tus asuntos de forma fluida y sin esfuerzo, porque se basa en el amor, el servicio y el disfrute.

Samsó indica que es importante preguntarse si la energía que haces circular en tu vida permite el aumento de la riqueza.

Es allí cuando empiezas a observar cómo todo lo que se manifiesta en el mundo se origina en un interruptor mental de riqueza, el cual solo tú puedes activar: ¿rico o pobre?

Tú decides lo que quieres al sembrar las semillas de riqueza correctas. El resto del trabajo es de la Fuente, encargada de hacerlas germinar.

Del mismo modo, las situaciones financieras difíciles no aparecen de la nada, sino que surgen de cada intención, pensamiento y acción registrados a lo largo de toda tu vida.

Es un proceso natural, por lo que resulta inevitable que las semillas positivas o negativas se conviertan en árboles.

Cómo sembrar la tercera semilla

Un propósito real debe transmitirte paz, mientras que un capricho solo genera sufrimiento. Al momento de tomar una decisión financiera o de negocios, cuestiónate: "¿Esto me conduce a más paz o a menos paz?".

Tus intuiciones deben ser tu guía para reconocer que si pierdes algo por el camino, es porque no estás en la senda correcta.

Creer que en algún punto de tu vida todo estará en orden y no habrá ya ningún problema es solo una ilusión.

Lo cierto es que los inconvenientes y los imprevistos pueden aparecer en cualquier punto, y deberás dedicarte a resolverlos cuando lleguen. Sin embargo, tú tienes el poder de decidir si serán problemas de 100 dólares o de 1000 dólares.

Al respecto, Samsó explica que se debe comenzar por el final, es decir, elegir desde ya tu estilo de vida ideal y comprometerte a cumplirlo.

Si tu intención es posicionarte como experto en algún campo, necesitas ser un ejemplo impecable de lo que enseñas. Esa será tu mejor carta de presentación.

¿Cómo conseguir el objetivo de “no tener objetivos”?

Imagina levantarte todas las mañanas sin ningún objetivo que perseguir porque tienes la certeza de que has conseguido todo.

Entonces, ya no estás en la carrera para alcanzar más, sino para ser mejor. Te liberas de la necesidad de buscar aprobación ajena.

Cuando estableces los objetivos de tu vida por áreas separadas, estás dividiendo tu felicidad en pequeños trozos. De esa forma te alejas del éxito verdadero, que debe ser completo y duradero.

La ventaja de esto es dejar de conformarte con poco y empezar a aprovechar tu verdadero potencial para alcanzar el estado de conciencia del Ser, donde cualquier deseo se manifiesta con facilidad.

Toma tus decisiones reflexionando siempre si te ayudan a conquistar ese gran objetivo de “no tener objetivos” o si solo representan un sacrificio en tu vida.

Planta esta semilla con la afirmación: “Yo soy todo a la vez”.

Notas finales

La prosperidad verdadera que buscas en tu vida se construye a partir de tres árboles de dinero:

1. Tú eres tu propia riqueza.
2. La prosperidad bendice a quienes ayudan a los demás.
3. La riqueza real incluye todas las áreas de tu vida al mismo tiempo.

Para permitir que estos árboles crezcan, necesitas plantar las semillas mentales correctas. Solo después de aceptar esas creencias podrás comprender que no hace falta mendigar dinero, porque toda la riqueza que deseas ya te pertenece.

Todas tus decisiones financieras deben basarse en tu intención de ayudar a otras personas y de convertirte en una mejor versión de ti mismo. Entonces, la Fuente se encargará de regresarte el dinero que es tuyo.

Consejo de 12min

Para alcanzar la riqueza que anhelas debes convertirte en un experto resolviendo problemas, por lo que es oportuno continuar con “La era de los expertos”, otra obra de Raimon Samsó.